FORMULA FRANQUICIA – El valor añadido

El mercado mundial se orienta, cada vez más, hacia la marca como un valor que determina, en la mayoría de las ocasiones, la decisión de compra. La marca transfiere el consumidor una confianza y seguridad en el producto adquirido que se traduce en valor añadido.

La franquicia se convierte en un factor de identidad corporativa que se consolidad en torno a las marcas y la mejora de valor por ofrecer «algo distinto» y «homogeneizado» a la vez.

La franquicia es un sistema de cesión de uso de tecnología, de ideas, pero sobre todo de «saber como». El potencial franquiciado carece de formación, tecnología y know how que les es proporcionado por los franquiciadores.

Ante la importancia reconocida de este instrumento de desarrollo empresarial – que en España supera los treinta mil franquiciados – cabe preguntarse cuáles son los efectos sobre el crecimiento económico y sobre los procesos de internacionalización en los que estamos inmersos. La respuesta se orienta en cuatro direcciones.

La primera

La franquicia permite que los productos se produzcan en serie, facilitando la homogeneización del nivel de calidad que habitualmente corresponden a altas exigencias internacionales.

La segunda

Hay que referirse a la importancia económica del aumento empresarial, donde los riesgos son compartidos. Crecen las economías de escala, mejora el poder de compra, se racionalizan las inversiones en publicidad, y se aumenta la repercusión de la investigación y el desarrollo, disminuyendo los costes unitarios.

La tercera

Es el efecto económico de las franquiciadas en el creciente peso de los servicios en la actividad. La terciarización de la industria es un factor de análisis básico para interpretar los avances económicos actuales. Es decir, las ramas industriales contratan externamente servicios y se benefician del desarrollo de las franquicias especializadas en servicios a empresas. Este grupo tiene una importancia estratégica en el cambio estructural de la economía española (ingeniería, construcción, limpieza, seguridad, etcétera).

La cuarta

En cuarto lugar se merece una mención especial la labor como elemento fundamental del proceso de internacionalización, contribuyendo al desarrollo del comercio mundial. La franquicia, aporta ventajas competitivas para las empresas al constituirse para sí misma para un factor diferenciador vía marca.

Así mismo, la franquicia permite a través de la cesión de tecnología, que los oferentes de bienes y servicios sean locales, aunque reúnan todas las propiedades y características de la marca internacional.

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