Refuerzo de hormigón delgado adherido para la rehabilitación del pavimento de hormigón de un vial urbano en el municipio de Beniparrell (Valencia)

La calle Escoles del término municipal de Beniparrell, es uno de los principales viales de dicha localidad, encontrándose en dicha calle la Casa de la Cultura, el polideportivo municipal, así como el futuro ambulatorio. Por ello, dicho vial soporta un tráfi co importante de vehículos ligeros, estimándose una intensidad media diaria de vehículos pesados no superior a 30.

La pavimentación de los viales del núcleo urbano residencial de Beniparrell se inició en 1980, ejecutándose la mayor parte de las calzadas con pavimento de hormigón y las aceras a base de baldosas de hormigón prefabricado. Transcurridos más de 35 años desde su ejecución, la mayor parte de estos viales se encuentran en buen estado, presentando algunos de ellos, especialmente los sometidos a un mayor tráfico, deterioros en forma de fisuración y roturas de bordes y esquinas.

Por ello, el Ayuntamiento de Beniparrell se plantea a mediados de 2016, aprovechando las ayudas económicas incluidas en el Plan de Caminos y Viales 2016-2017 de la Diputación Provincial de Valencia, la renovación de este vial mediante la disposición de un refuerzo delgado de hormigón de 8 cm de espesor, adherido a la losa de hormigón existente, previo fresado de la misma y aplicación de un puente de unión a base de látex, para conseguir la adherencia entre ambas capas. El acabado final se consiguió mediante fratasado mecánico, evitando un pulido excesivo de la superficie, a fin de obtener una textura similar a la existente en el resto de viales del municipio ejecutados en los años 80.

1. Introducción y antecedentes

Beniparrell es un municipio perteneciente a la provincia de Valencia, estando situado en la comarca de La Huerta Sur. Con una superficie aproximada de 3,7 km2 y una población próxima a los 2.000 habitantes, cuenta con una importante actividad industrial y agrícola. La pavimentación de los viales de su núcleo urbano residencial se inició a principios de los años 80, construyéndose la mayor parte de las calzadas del municipio mediante pavimento de hormigón en masa con juntas y las aceras mediante baldosas de hormigón prefabricado sobre base de hormigón.

Transcurridos más de 35 años desde su ejecución, la mayor parte de estos viales se encuentra en buen estado, habiendo supuesto el empleo de hormigón en el firme de las calzadas de dichos viales, una gran ventaja para el ayuntamiento de Beniparrell, tanto desde el punto de vista del mantenimiento, como desde el punto de vista de la durabilidad de los mismos. No obstante, algunos de estos viales, especialmente los sometidos a un mayor tráfico de vehículos, presentan deterioros en forma de fisuración y roturas de bordes y esquinas (patologías fundamentalmente asociadas a una base poco competente), a pesar de lo cual, podrían seguir dando servicio durante algunos años más sin comprometer la seguridad del tráfico que circula por ellos.

Ése es el caso de la calle Escoles, que presenta las citadas patologías. Dicha calle es una de las principales del municipio, encontrándose en ella la Casa de la Cultura, el polideportivo municipal, así como el futuro ambulatorio, por lo que soporta un tráfico importante de vehículos ligeros, estimándose una intensidad media diaria de vehículos pesados no superior a 30, según los datos proporcionados por el Ayuntamiento.

Figura 1. Estado del firme de la calle Escoles antes de la actuación.

Dada la importancia de dicha calle y la necesidad de disponer en ella un pavimento cuya estética se adecuase a los edificios públicos a los que da servicio, el Ayuntamiento de Beniparrell se plantea, a mediados de 2016, su renovación, con el fi n de mejorar sus características superficiales y aumentar su capacidad estructural. Para ello, el Ayuntamiento planteó inicialmente varias opciones, entre las que se encontraba la posibilidad de llevar a cabo un refuerzo a base de mezclas bituminosas, previo fresado de parte de la capa de hormigón existente.

No obstante, dada la buena experiencia existente en el municipio con los pavimentos de hormigón y dada la preferencia por mantener la estética predominante y disponer un pavimento lo más claro posible, el Ayuntamiento se decantó finalmente (tras asistir en junio de 2016 a un curso de firmes organizado por la Diputación de Valencia en la que IECA expuso la técnica de los refuerzos delgados de hormigón), por la solución del fresado parcial y la extensión de una capa delgada de hormigón adherida al hormigón existente.

2. Firme existente antes de la actuación

El firme existente en el vial antes de la actuación estaba compuesto por una losa de hormigón de 20 cm de espesor mínimo (según las mediciones llevadas a cabo en las catas realizadas en las zonas más deterioradas), apoyada sobre una capa de zahorra, natural o artificial, cuyo grado de compactación se suponía adecuado debido a la consolidación obtenida por el tráfico, al estar el vial en servicio durante más de 35 años. En cuanto a la resistencia del hormigón del pavimento existente en el vial, dado lo reducido del presupuesto de la actuación, no fue posible la extracción de testigos y posterior análisis en laboratorio.

Figura 2. Zahorra existente bajo el pavimento del hormigón original.

No obstante, se hizo la suposición de que el hormigón de partida podría tener una resistencia característica comprendida entre 17,5 MPa (H-175 kg/cm2 empleado habitualmente en la época en la que se ejecutó) y los 20 MPa. Estas resistencias características, transformadas en resistencias medias y considerando además el crecimiento de resistencia debido al paso del tiempo (más de 35 años), nos hacía pensar en que la resistencia media actual podría estar por encima de los 25 MPa.

Por otra parte, la inspección visual de los fragmentos de hormigón extraídos de las zonas más dañadas, nos confirmó la existencia de un hormigón sano y con el árido distribuido de manera homogénea. En las imágenes que se muestran a continuación se observa la zahorra de base (Figura 2), así como los fragmentos de hormigón extraídos para el saneo de una zona deteriorada tras el fresado de los 8 cm superiores (Figura 3), lo que muestra que, en esa zona, el espesor total de la losa de hormigón existente superaba ampliamente los 20 cm.

La sección transversal de la calle Escoles está compuesta por una calzada de doble sentido de circulación, de 7 m de anchura con dos carriles de 3,5 m, y por dos aceras laterales de unos 70 cm de anchura. En cuanto al diseño de juntas original existente en la calzada, éste estaba formado por una junta longitudinal central y juntas transversales dispuestas a distancias variables. Durante la redacción del proyecto se realizó un levantamiento de las juntas para posteriormente hacerlas coincidir con las del refuerzo. En la Figura 5 se muestra un detalle de dicho levantamiento en uno de los tramos de la calle.

Figura 3. Saneo de zona deteriorada tras el fresado de los 8 cm superiores del pavimento existente

3. Solución adoptada y descripción de las obras a realizar

Como ya se ha mencionado anteriormente, tras plantear el ayuntamiento de Beniparrell varias opciones para llevar a cabo el refuerzo de la calzada de la calle Escoles, finalmente optó por un refuerzo delgado de hormigón, por varias razones. La primera, para mantener la estética predominante en el resto del municipio y en los viales perpendiculares a dicha calle. En segundo lugar, por la buena experiencia existente con los pavimentos de hormigón, los cuales han permitido dar servicio al tráfi co durante los últimos 37 años, con un mantenimiento casi nulo. Además de lo anterior, el ayuntamiento quería un pavimento lo más claro posible, a fin de minimizar el efecto ‘isla de calor’ que se produce con pavimentos oscuros, y a fi n de conseguir la máxima reflectancia de la luz para ahorrar en la iluminación de la calle.

Dado lo reducido del presupuesto, uno de los requisitos existentes era el de minimizar el espesor del refuerzo, lo cual además conllevaba un menor espesor de hormigón a fresar y un menor volumen de material fresado. Aunque en un principio se pensó en un refuerzo ultradelgado, de entre 5 y 6 cm espesor, finalmente se optó (dado el desconocimiento de la profundidad de las fisuras existentes, dado lo arriesgado de disponer un refuerzo tan delgado y debido a la reducida distancia entre juntas que conllevaría un espesor tan reducido), por disponer un refuerzo de hormigón adherido de 8 cm de espesor.

El hormigón empleado fue un HF-3,5 MPa (resistencia característica a flexotracción a los 28 días de 3,5 MPa), que se pidió a planta considerándolo equivalente a un hormigón HM-25 MPa de resistencia característica a compresión. Dicho hormigón se armaba con 3 kg/m3 de macrofibra estructural plástica tipo P-25 suministrada por la empresa Paviprint, formada por una mezcla de polipropileno y polietileno, que se dosificaba y mezclaba en la propia planta. En cuanto a la consistencia, se exigió un cono a pie de obra comprendido entre 10 y 12 cm (correspondiente a una consistencia fluida según la Instrucción EHE-08), lo que exigía incrementar ligeramente dicha consistencia a la salida de la planta a fi n de contrarrestar la caída de cono debida al transporte y a la presencia de la fi bra. Conviene poner de manifiesto que el hormigonado del refuerzo comenzó durante los últimos días del mes de mayo y se prolongó durante la primera semana del mes de junio de 2017, con temperaturas elevadas. Las características geométricas de las fibras empleadas, establecidas de acuerdo con las Normas UNE 83.500-1:89 y UNE 83.500-2:89 y recogidas en el Anejo 14 ‘Hormigón con Fibras’ de la Instrucción EHE-08, se resumen en la Tabla 1.

En este tipo de refuerzos delgados de hormigón sobre hormigón es fundamental garantizar la adherencia entre ambas capas. Para ello, la solución más efectiva consiste en realizar un fresado del hormigón existente y una limpieza previa al hormigonado del refuerzo. Este fresado proporciona una adherencia mecánica que se puede incrementar mediante la extensión, sobre el hormigón fresado, de una lechada de cemento o de un puente de unión tipo látex o resina epoxi. En nuestro caso, se realizó un fresado de 8 cm de espesor, necesario tanto para garantizar la adherencia entre hormigones como para encajar el espesor del refuerzo, también de 8 cm, sin modificar la rasante. Justo antes del hormigonado se realizaba la limpieza de la superficie mediante aire a presión y se aplicaba un puente de unión tipo látex (en concreto, el producto utilizado fue la resina de imprimación Assacril Latex del Grupo ASSA).

Dado el reducido presupuesto y la gran preocupación del Ayuntamiento porque la obra fuera lo más sostenible posible, el material resultante del fresado, unos 200 m3 , se reutilizó como zahorra artificial para habilitar un aparcamiento provisional en la misma calle Escoles, en el solar destinado al futuro ambulatorio del municipio. Previamente al extendido de la capa de refuerzo se procedió a la reparación y saneo de las zonas más deterioradas, en las que la losa de hormigón existente presentaba roturas afectando a todo su espesor. En estas zonas se retiraban los fragmentos de hormigón sueltos hasta llegar a la capa de base de material granular, rellenando de nuevo el hueco con hormigón antes de hormigonar el refuerzo. Además, previamente al hormigonado del refuerzo, se disponía sobre dichas zonas deterioradas, una vez rellenadas, un mallazo 15×15 D6 mm, para evitar la reflexión de cualquier tipo de fisura. El hormigonado del refuerzo se realizó a ancho completo, manteniendo la pendiente transversal de la calzada a dos aguas, dada la existencia de imbornales de recogida de aguas pluviales en ambos lados de la calle. En cuanto a la pendiente longitudinal, ésta se ha mantenido sensiblemente plana con una muy ligera pendiente en dirección este.

Figura 7. Material resultante del fresado extendido en un solar municipal habilitado provisionalmente como aparcamiento.

En cuanto a la disposición de las juntas y el tamaño de las losas, estas cuestiones suelen definirse en función del espesor de la capa de hormigón a disponer. Por lo general, en el caso de hormigones en masa la distancia entre juntas suele estar comprendida entre 20 y 25 veces el espesor de la losa, aunque en el caso de refuerzos delgados es conveniente reducir aún más este ratio. No obstante, dado que en este caso el hormigón se armaba con fibra plástica estructural y dado el ancho de la calzada de 7 m, se planteó la disposición de tres juntas longitudinales, una de ellas situada en el centro de la calzada y las otras dos a mitad de cada uno de los carriles, dividiendo el ancho de dicha calzada en tres bandas de aproximadamente 1,75 m. Con el fi n de conseguir losas lo más cuadradas posible, se dispusieron también las juntas transversales a una distancia máxima de 1,75 m. Dicha distancia entre juntas transversales no se mantuvo fija, sino que se fue variando ligeramente con el fi n de que dichas juntas interceptaran diametralmente a los pozos de registro existentes. Además, se intentó, en la medida de lo posible, que las juntas transversales del refuerzo coincidieran con las juntas transversales del pavimento existente, y que la profundidad de corte abarcara todo el espesor del refuerzo e incluso se cortara algún centímetro del hormigón existente a reforzar.

En cuanto a la textura final del pavimento, el Ayuntamiento optó por un fratasado mecánico, a fi n de obtener un acabado similar al existente en el resto de viales del municipio ejecutados en los años 80. Al realizar dicho fratasado se incidió en no dar un pulido excesivo a la superficie con el fin de evitar tener un pavimento deslizante para peatones y vehículos en presencia de agua. La descripción de las obras a realizar recogida en el proyecto constructivo señalaba lo siguiente:

“El presente Proyecto contempla la descripción y valoración de los trabajos necesarios para la reparación del pavimento de hormigón de la calzada.

Los trabajos detallados son:

  • Corrección de desperfectos, con demolición y retirada de hormigón en zonas deterioradas con material disgregado.
  • Corte de la solera de hormigón en rigola y empalme con pavimentos de calles adyacentes.
  • Fresado de la solera existente hasta una profundidad de 8 cm. con retirada de escombros y limpieza de fondo del cajeado.
  • Limpieza mediante soplado de la caja en los instantes previos al vertido de la solera de hormigón para eliminación de cualquier resto de polvo o suciedad.
  • Formación de firme de hormigón HF3,5 de 8 cm de espesor, de hormigón armado con fibras de polipropileno, acabado con un fratasado mecánico. – Curado, mediante tratamientos líquidos con una dotación de 350 a 400 g/m2 .
  • Cortes mecánicos, en cuanto el hormigón haya endurecido, mediante disco de escaso espesor, en juntas longitudinales y transversales, efectuadas según plano de diseño.”

En la Tabla 2 se resumen los datos más relevantes de la actuación.

Figura 8. Disposición de juntas en el refuerzo de un tramo de la calle Escoles.

4. Justificación estructural de la solución adoptada

Uno de los problemas que nos encontramos en el diseño de vías urbanas es la inexistencia de normativa para el dimensionamiento de los firmes de dichas vías. No obstante, sí existen recomendaciones y bibliografía técnica especializada sobre la materia, que se tuvieron en cuenta en este caso y que fueron las siguientes:

  • Manual de Pavimentos de Hormigón para Vías de Baja Intensidad de Tráfico (edición 2002) del Instituto Español del Cemento y sus Aplicaciones (IECA).
  • Guía de Pavimentos de Hormigón. Documento reconocido DRB 10/13. Decreto 132/2006 del Consell.
  • Generalitat Valenciana, Instituto Valenciano de la Edificación, IECA, ANEFHOP y varios.
  • “Guidelines for Bonded Concrete Overlays”. Technical Bulletin TB – 007.0 C, American Concrete Pavement Association, Arlington Heights, Illinois, USA, 1990.
  • Método clásico para el cálculo de los espesores de refuerzos de hormigón en la rehabilitación de pavimentos de hormigón, desarrollado por el Corps of Engineers de los Estados Unidos.

4.1 Estimación del tráfico pesado y periodo de proyecto

El tráfico en la calle Escoles, aunque intenso, está básicamente formado por vehículos ligeros, los cuales no se suelen considerar en el dimensionamiento de las firmes al no producir daños elevados sobre los mismos. En cuanto al paso de vehículos pesados, según la estimación proporcionada por el Ayuntamiento de Beniparrell, entre vehículos del servicio de recogida de basuras, autobuses y otros posibles vehículos de mayor peso, éste no supera los 30 vehículos pesados al día en ambos sentidos.

Por tanto, la intensidad media diaria de vehículos pesados por sentido en la calle Escoles (calculada como media anual), IMDp=15 veh/sentido/día, se corresponde con un tráfi co C2 según el Manual de Pavimentos de Hormigón para Vías de Baja Intensidad de Tráfi co del IECA. En cuanto al periodo de proyecto, si bien los pavimentos de hormigón se diseñan para vidas de servicio de 30 años o superiores, en el caso de refuerzos delgados dicho periodo de proyecto se suele fijar en 20 años.

4.2 Explanada

Dado el reducido presupuesto y plazo de ejecución (al ser uno de los viales principales, se debía ejecutar en el menor tiempo posible), no se pudo determinar la capacidad de soporte y la calidad del material existente bajo el pavimento de hormigón original. No obstante, a la vista del estado del pavimento (sin hundimientos generalizados) y considerando que la calzada de la calle Escoles llevaba en servicio más de 35 años, con lo que se suponía un grado de consolidación importante de la capa de apoyo, se supuso durante la redacción del proyecto que la explanada era de calidad media-alta, correspondiente a una categoría de explanada S2 según el Manual de Pavimentos de Hormigón para Vías de Baja Intensidad de Tráfi co del IECA (Ev2≥120 MPa).

4.3 Sección de firme de referencia

Para la justificación del espesor del refuerzo se empleó el Método clásico para el cálculo de espesores de refuerzos de hormigón sobre hormigón, desarrollado por el Corps of Engineers de los Estados Unidos. Para ello, partimos de una sección de firme de referencia, que es aquella que hubiéramos tenido que proyectar si el firme hubiera sido de nueva construcción. Dicho método consiste en obtener el espesor de refuerzo necesario para que la sección resultante (hormigón existente más hormigón del refuerzo), sea equivalente a la sección de referencia. Dicha sección de referencia se obtuvo mediante la aplicación del ‘Catálogo de Secciones con Pavimento de Hormigón’ del Manual de Pavimentos de Hormigón para Vías de Baja Intensidad de Tráfico del IECA, que se puede apreciar en la Figura 9. Entrando en dicho catálogo con un nivel de tráfico C2 y una categoría de explanada S2, para un periodo de proyecto de 20 años, obtenemos una sección de firme de referencia formada por 18 cm de hormigón HF-3,5 MPa (resistencia característica a flexotracción a los 28 días de 3,5 MPa), directamente apoyada sobre dicha explanada S2.

Figura 9. Catálogo de secciones con pavimento de hormigón del Manual del IECA.

4.4 Equivalencia

de la sección de firme de proyectada Como se ha comentado anteriormente, el pavimento de hormigón existente tenía, en todos los puntos observados, un espesor mínimo de 20 cm y, por tanto, una vez fresados los 8 cm superiores debía quedar un mínimo de 12 cm de hormigón. Sobre dicho espesor es sobre el que debíamos disponer nuestro refuerzo delgado de 8 cm, con lo que la sección compuesta, en el peor de los casos, debía tener igualmente un espesor total de 20 cm. En cuanto a la resistencia del hormigón, tal y como se menciona en el apartado 2, se consideró que la resistencia media a compresión del hormigón existente en la calle Escoles (transcurridos más de 30 de años desde su puesta en obra), debía estar por encima de los 25 MPa. Para el refuerzo se prescribió inicialmente un hormigón HF-3,5 MPa (resistencia característica a flexotracción a los 28 días de 3,5 MPa), que equivale aproximadamente, según el Manual de Pavimentos de Hormigón para Vías de Baja Intensidad de Tráfi co del IECA, a un hormigón HM22,5 MPa de resistencia característica a compresión a los 28 días. Finalmente, de manera conservadora, se utilizó la designación recogida en la EHE-08, demandando a la planta de hormigón preparado un hormigón HM-25/F/20/I. Dado que el hormigón se armaba con fi bras plásticas para el control de la retracción, la tipifi-cación completa según el Anejo 14 de la Instrucción EHE-08 fue la siguiente HMF25/P-CR/F/20-25/I. Para calcular la equivalencia de la sección formada por la losa de hormigón existente y por el refuerzo de hormigón adherido de 8 cm de espesor a disponer encima, se empleó el método desarrollado por el Corps of Engineers de los Estados Unidos, que se resume en la siguiente fórmula:

hr =(hn –C•ho n ) 1/n

en donde: hr es el espesor del refuerzo (en pulgadas). h es el espesor del pavimento que se necesitaría para soportar el tráfi co de proyecto (en pulgadas). ho es el espesor del pavimento existente (en pulgadas). C es un coefi ciente indicador del estado estructural (no de degradación superficial) del pavimento existente, que debe ser determinado por inspección visual, y para el que se recomiendan los siguientes valores: • C=1,0 en pavimentos en buen estado.

  • C=0,75 en pavimentos en estado medio de conservación, con algunas roturas iniciales que luego no han progresado.
  • C=0,35 en pavimentos en malas condiciones, fuertemente fisurados. n es un exponente que varía con el grado de adherencia entre el refuerzo y el primitivo pavimento, y que vale:
  • n=2 en refuerzos no adheridos.
  • n=1,4 en refuerzos parcialmente adheridos.
  • n=1 en refuerzos adheridos.

Particularizando para nuestro caso: h=18 cm=7,087 pulgadas (según Manual de IECA). ho =12 cm=4,724 pulgadas (considerando el espesor mínimo observado tras el fresado). C=0,75 suponiendo un estado medio de conservación de la losa (este valor es el que se consideró inicialmente a la espera de confirmar su validez cuando se retirara la capa superior tras el fresado). n=1 suponiendo una adherencia perfecta entre los dos hormigones mediante un fresado y la aplicación de un puente de unión a base de látex.

Por tanto, aplicando la fórmula anterior obteníamos: hr =(hn–C•ho n) 1/n=(7,087-0,75*4,724)= =3,544 pulgadas=9,00 cm Como ya se ha comentado, inicialmente se adoptó un valor de C=0,75, correspondiente a pavimentos en estado de conservación medio, con algunas roturas iniciales, aunque posteriormente se vio que era un valor demasiado conservador, pues salvo en ciertas zonas localizadas, que se repararon a espesor completo, se observó tras el fresado de la capa superior que la mayor parte de la losa se encontraba en buen estado (pudiendo adoptar dicho coeficiente C un valor intermedio entre 0,75 y 1), por lo que finalmente se optó por un espesor mínimo del refuerzo de 8 cm.

En cualquier caso, tanto en proyecto como durante toda la ejecución de la obra, se hizo constante hincapié en la importancia de conseguir una buena adherencia entre las capas. Dicha adherencia se conseguía mediante el fresado de la losa existente y, justo antes del hormigonado, la limpieza de ésta y la distribución sobre la misma de un puente de unión a base de látex.

5. Ejecución del refuerzo

5.1 Fresado y limpieza de la superficie de la losa de hormigón existente

Se procedió al fresado mecánico del hormigón de la calzada de la calle Escoles mediante una fresadora Wirtgen W-200, en un espesor mínimo de 8 cm, a fi n de sanear la superficie, rebajar la cota del pavimento existente para poder encajar el espesor necesario del refuerzo y mejorar la adherencia entre ambas capas. El material resultante del fresado se recogía directamente mediante la cinta transportadora de la fresadora en camiones y era transportado a un solar existente en la propia calle Escoles para su empleo como zahorra artificial, tal y como se aprecia en la Figura 7. Posteriormente al fresado se realizaba un barrido mediante una barredora para eliminar el material más fi no, así como el polvo depositado sobre la superficie.

Esta limpieza, realizada al poco tiempo de terminado el fresado, no era la limpieza definitiva, ya que necesariamente y como máximo dos horas antes del inicio del hormigonado, había que realizar una limpieza definitiva mediante soplado de la superficie, a fi n de eliminar el polvo y la suciedad acumulados y poder así extender el puente de unión a base de látex para conseguir la adherencia de las capas y con ello el buen funcionamiento del refuerzo.

Figura 10. Fresadora Wirtgen realizando el fresado de la calle Escoles.

Figura 11. Resultado del fresado de la calle Escoles.

5.2 Reparaciones previas localizadas

Salvo en algunas zonas localizadas, en las que se apreciaban roturas importantes del pavimento existente, el estado generalizado del mismo era bueno. Por ello, se procedió, tras realizar el fresado de la superficie, a localizar dichas zonas deterioradas para llevar a cabo su reparación a espesor completo, consistente en la retirada de los fragmentos de hormigón, el saneo y compactación del material granular de la base y el hormigonado del hueco dejado por dichos fragmentos, empleando el mismo hormigón HM-25 utilizado para la capa de refuerzo. Previamente a la extensión del refuerzo se colocaba sobre esas zonas reparadas, una vez rellenado el hueco con hormigón, un mallazo 15×15 D6 mm, para evitar la reflexión de cualquier tipo de fisura, tal y como se puede apreciar en la Figura 14.

Figura 12. Zonas deterioradas a reparar

Figura 13. Saneo y limpieza de zona deteriorada.

Figura 14. Hormigonado del hueco y disposición del mallazo.

5.3 Extendido del puente de unión

Previamente al hormigonado se realizaba un soplado de la superficie y se iba extendiendo, mediante una pulverizadora manual, un puente de unión a base de látex. En concreto, el producto utilizado fue la resina de imprimación Assacril Latex, del Grupo ASSA. Este producto, compuesto de copolímeros acrílicos en base acuosa, se emplea habitualmente para realizar imprimaciones en superficies horizontales de hormigón y mortero previo a la aplicación de nuevos hormigones, morteros y “slurrys”. Según la ficha técnica del producto, entre la distribución de la resina y el inicio del hormigonado no debían transcurrir más de 30 minutos, evitando así el secado de dicha resina antes de recibir el hormigón, lo cual se cumplió durante la obra. La dotación empleada fue la fijada en dicha ficha técnica, entre 200 y 250 gr/m2 .

Figura 15. Distribución del puente de unión justo por delante del hormigonado.

Figura 16. Detalle de barras y lienza para conseguir la nivelación del refuerzo.

5.4 Extendido del hormigón de la capa de refuerzo

Previamente al vertido del hormigón se colocaron, coincidentes con la junta longitudinal central, una serie de barras corrugadas y una lienza anudada a dichas barras para conseguir una correcta nivelación del refuerzo. El vertido del hormigón se realizó directamente desde el camión hormigonera, intentando que la altura de vertido fuera la menor posible. El hormigonado se hizo a ancho completo, distribuyendo el hormigón mediante rastrillos y llevando a cabo su compactación mediante reglas vibrantes.

Figura 17. Vertido y extendido del refuerzo de hormigón.

5.5 Textura final y curado del pavimento

En cuanto a la textura final del pavimento, el Ayuntamiento optó por un fratasado mecánico, a fi n de obtener un acabado similar al existente en el resto de viales del municipio ejecutados en los años 80. Al realizar dicho fratasado se incidió en no dar un pulido excesivo a la superficie para evitar tener un pavimento deslizante para los peatones y los vehículos en presencia de agua. Tras la ejecución aparecieron algunas fi bras en superficie, lo cual no supone ningún problema al tratarse de fibras plásticas que desaparecerán rápidamente con el paso de los vehículos. El curado se llevó a cabo mediante un producto filmógeno en base para finas.

Figura 19. Refuerzo de hormigón extendido a ancho completo antes
del inicio del fratasado.

Figura 20. Ejecución del fratasado del refuerzo.

Figura 21. Textura final conseguida en el refuerzo..

Figura 22. Presencia de fibras en superficie y detalle del líquido de curado.

5.6 Corte de juntas

El corte de juntas se llevó a cabo por serrado mediante cortadoras de disco convencionales. En cuanto a la profundidad de los cortes, se exigió que éstos abarcaran todo el espesor del refuerzo e incluso se intentó, en la medida de lo posible, que el disco se introdujera alrededor de 1 cm en el hormigón de la losa existente. Dada la elevada temperatura ambiente registrada durante los días del hormigonado, se exigió que los cortes se llevaran a cabo tan pronto como fuera posible, intentando evitar que se produjera el desportillado del hormigón. Por lo general, se llevaban a cabo a primera hora de la mañana, y por tanto antes de transcurridas 24 horas desde el hormigonado.

5.7 Resultado final

Transcurridos ya unos meses desde la ejecución del pavimento, éste presenta un magnífico aspecto, habiendo conseguido el Ayuntamiento de Beniparrell los objetivos planteados de mejora de la estética y de la capacidad resistente del firme de la calzada de la calle Escoles. A pesar de las temperaturas registradas durante la ejecución, el refuerzo no presenta fi suras, salvo unas pequeñas de retracción plástica aparecidas en un tramo ejecutado en un día en el que el viento fue mayor de lo deseable para este tipo de refuerzos. A continuación se muestran algunas fotos del pavimento acabado.

Pavimento finalizado

Pavimento finalizado. Detalle de juntas

Pavimento finalizado. Detalle del entronque con el pavimento bituminoso de una de las calles adyacentes.

Pavimento finalizado. Detalle del entronque con el pavimento de hormigón de una de las calles adyacentes.

Bibliografía

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